Diván basto muy
manchego él, vestido con traperas y (todo lo más) colchoneta de lana a la
japonesa, no sólo incómodo para la escena del Tenorio, sino tan duro que, de
tanto como se te hinca, no puedes hacer el amor sin pensar si la cosa es
dantesca o tomesca.
No hay comentarios:
Publicar un comentario